Regirá desde septiembre para todas las escalas salariales; tendrá un costo fiscal de $ 400 millones este año y $ 1200 millones el próximo; Moyano elogió el alza, pero sostuvo que "no es suficiente"
Tras los cambios en el impuesto a las Ganancias y en las jubilaciones y pensiones, el Gobierno anunció hoy una suba en las asignaciones familiares cercana al 40% en promedio que comenzará a regir el mes próximo, cuando falten menos de dos meses para las elecciones presidenciales.
La decisión fue anunciada por el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, en una conferencia de prensa en la Casa Rosada luego de una reunión encabezada por el presidente Néstor Kirchner. Participaron también el ministro de Economía, Miguel Peirano; el director ejecutivo de la Anses, Sergio Massa, y el secretario general de la CGT, Hugo Moyano, principal impulsor de estas modificaciones.
Massa explicó que los incrementos regirán para todas las escalas salariales. Y si bien aclaró que, en promedio, las alzas serían de un 40%, en realidad, los aumentos en cada tramo son de exactamente un 38,89%.
Los asalariados que cobran entre $100 y $ 2000 pasarán a recibir una asignación de $ 100 por hijo en lugar de los $ 72 actuales. En caso de discapacidad, se pagarán ahora $ 400 (antes era de $ 288).
Para los salarios entre $ 2000 y $ 3000 pesos, las asignaciones aumentarán desde $ 54 a $ 75 por hijo, aunque en caso de discapacidad el beneficio pasará a $ 300 (antes $ 216). En tanto, en el último tramo -los que cobran entre $ 3000 y $ 4000- cobrarán ahora $ 50 por hijo y $ 200 en caso de alguna discapacidad (antes obtenían $ 36 y $ 144).
Discrecionalidad. Si bien la necesidad del aumento de las asignaciones no es cuestionada en un ámbito de rápida aceleración inflacionaria, los especialistas estiman que las modificaciones de este instrumento deben estar atadas a un mecanismo formal y automático -el nivel de los salarios o la inflación- para evitar cualquier uso política.
Como con los incrementos en las jubilaciones y pensiones, Massa estimó que la medida oficial será financiada con "recursos genuinos del sistema de seguridad social", a los que aportó el ítem de las contribuiciones que pagan los empleadores todos los meses. La financiación está "garantizada" por este año y el que viene, agregó.
Por su parte, Peirano reveló que este incremento de asignaciones familiares implica una erogación mensual de 100 millones de pesos, de los cuales 90 millones corresponden a las asignaciones de activos y 10 millones a las asignaciones por jubilados y pensionados por hijo discapacitado.
El costo fiscal para este año rondará los $ 400 millones, cifra que subirá el año próximo a $ 1200 millones, según las cifras brindadas por Peirano.
Peirano explicó el alcance de esta medida: "Se enmarca en la lógica de las decisiones económicas de favorecer la recuperación del poder adquisitivo, dinamizar el consumo y lograr que el crecimiento económico tenga un impacto directo en los sectores que evidentemente lo merecen, como son los trabajadores".
Massa estimó que el "80% de los trabajadores argentinos cobra el sistema de las asignaciones familiares" y agregó: "El objetivo es aumentar el consumo pero también la participación de los trabajadores en la distribución del ingreso" pero "cuidando el presupuesto".
La medida beneficiará a unos tres millones de hijos de trabajadores activos y a 110 mil jubilados y pensionados, según los datos que maneja el Gobierno.
“Importante pero insuficiente” . Moyano celebró el aumento, aunque, en medio de nuevos elogios al Gobierno, aclaró que para la CGT la suba “no es suficiente”.
“Este es un reclamo que había hecho la CGT hace tiempo junto al del aumento en las jubilaciones. Estamos frente a una respuesta positiva del Gobierno con un aumento considerado bastante importante, aunque a lo mejor no lo suficiente”, deslizó el jefe de la central obrera.
De todas maneras, y en sintonía con su alineamiento sin fisuras con la Casa Rosada, añadió: “El Gobierno demuestra su actitud de mejorar no sólo los salarios sino las asignaciones, que ayudan a tener al trabajador mas disponibilidad de ingresos”.
Frente a una consulta sobre qué monto sería suficiente, dio algunos rodeos y finalmente contestó. “Lo suficiente sería llevar las asignaciones a los valores de los gobiernos históricos del peronismo cuando [las asignaciones] significaban un 30 por ciento del salario”, aseguró.
De todas maneras, antes de pasarle el micrófono a Tomada, insistió: “Es un paso sumamente importante pero todavía no suficiente”.
Los pedidos Moyano venía exigiendo que suban los topes salariales vigentes para cobrar las asignaciones familiares y que se reduzca de tres a dos el número de categorías de ingresos que determinan la cuantía de esas prestaciones.
Quienes no son partidarios de modificar los topes y la escala argumentan que el sistema debe ser un redistribuidor de ingresos y, por tanto, beneficiar a los sueldos más bajos. La medida en estudio abarcaría así a quienes no ven ningún beneficio de los cambios en Ganancias.
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